Montacometa es el dulce sueño de unas hermanas de Monterrey - cuatro hermanas de sangre y una de la vida - que se unieron para crear un negocio propio, que las apasiona y que ha demostrado ser clave en tiempos de Covid: una repostería online. ¡Esta es su historia!
Ana, Teresa, Marcela y Lorena, las hermanas Alanís en alianza con Adriana Carrasco, han logrado construir un concepto de repostería tienda online único. Montacometa como concepto, nace a principios de 2012, cuando la espinita de hacer algo juntas comenzó a crecer entre las Alanís. Sus orígenes profesionales no podían ser más diversos: una abogada, la otra diseñadora, la otra cocinera. Y su primera idea no podía ser más distinta de lo que terminó siendo Montacometa: iban a vender burritos.
En descargo de los burritos, y lamentando que no llegamos a probarlos - aunque las hermanas juran que estaban divinos - se produjo un salto a galletas, repostería y dulces. Ana recuerda que este cambio absoluto, que fue producido por su hermana Teresa - especializada en repostería para restaurantes - fue justo al momento de elegir el local.
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“A mi me valía cualquier cosa, yo lo que quería era salir de la abogacía y ponerme a cocinar con mis hermanas. Y mi hermana me dijo, yo quisiera que nos enfocásemos en lo que somos realmente buenas: los postres. Teníamos años realizando postres en la casa, con recetas que ella había desarrollado, con recetas de muchas generaciones de la familia y con recetas hasta sacadas de internet”, recuerda Ana dando pistas de una de las grandes claves del éxito de Montacometa: hacen lo que las apasiona y son buenas en ello.
Así comenzó Montacometa. Un proyecto nacido del deseo de las hermanas Alanís de tener un negocio propio y que en sus primeros días, necesitó de un enorme esfuerzo de voluntad y creatividad para sobrevivir: ¡Ni siquiera tenían el local listo!
ta, fue la cocina de la casa de su hermana Teresa. Allí comenzaron a crear, definir y pulir las recetas, corriendo para alcanzar la fecha del Día de la Madre. Y la venta de esos productos fue directa a los consumidores usando las redes sociales, en las que las hermanas ya habían comenzado a crear una base de seguidores. De ahí, Montacometa saltó a una cochera abandonada en Tampiquito y ahora tiene obrador y tienda física. Una carrera cuesta arriba que es testimonio de la dedicación de las Alanís y de todo su equipo.
Un dato: El 40% de las ventas totales de Montacometa son por el ecommerce. En el momento de la crisis del covid fue el 100%. Antes de migrar a Shopify, Montacometa solamente vendía el 5% online.
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Otro de los elementos clave de Montacometa ha sido la fotografía. Ana recuerda que sus comienzos por Instagram y por redes sociales les enseñó el enorme poder de una imagen. Los dulces, las galletas y los postres, entran por los ojos y las fotos se volvieron en poderosísimas herramientas de ventas.
Un dato: Montacometa creó, antes de comenzar a vender, perfiles por redes sociales y comenzó a postear imágenes de postres deliciosos. Esto generó una base de potenciales clientes antes de siquiera abrir la puerta. ¡Una jugada muy inteligente!
Hoy en día, esas lecciones aprendidas de la viralización por redes sociales siguen presentes en la web de Montacometa: hay un cuidado excepcional con la fotografía y una originalidad increíble para presentar los productos de la forma más apetitosa posible. Esta labor la ha desarrollado Marcela, que inclusive se ha especializado en el mundo de la fotografía de ecommerce. Los resultados están más que a la vista: la web de Montacometa es una incitación constante a cada paso.
Un dato: En medio de la crisis del Covid, se decidió que Montacometa ya no vendería más en tienda física. Y se encarriló la comunidad entera de Whatsapp a comprar por el ecommerce. ¡La apuesta fue todo un éxito!
Las Apps de Montacometa
Para filtrar los códigos postales y ayudar a coordinar las logísticas de recogida en tienda y de delivery.
Para generar flujos de email dedicados a los diferentes tipos de clientes, realizando campañas de fidelización y reconociendo a los clientes que han apoyado a la marca.
Para ayudarte a crear esa experiencia de entrar en una tienda de dulces y poder ir eligiendo el dulce que te provoque y crear tu propia bolsa de delicias.
La calidad es el ingrediente secreto
Al conversar con el equipo de Montacometa hay un tema recurrente: la calidad, la calidad y siempre la calidad.
Para Montacometa la ventaja competitiva clave es la calidad. Ana nos expone el cuidado proceso de selección de los productos y materias primas y nos insiste en que la calidad es algo que traspasa “la puerta del ecommerce” y debe sentirlo el cliente al llegar el producto a sus manos.
Y precisamente en el tema de la calidad el equipo de Montacometa se topó con un desafío clave para un ecommerce de alimentación: garantizar la entrega en condiciones correctas del producto.
Esto lo recuerda Ana indicándonos que al comienzo, algunos de los envíos no llegaron en las condiciones ideales. Los postres iban derretidos o “batidos” dentro de las cajas. El resultado, de cara al cliente, era lamentable. ¿Quién quiere comer un postre desbaratado? Nadie.
Por ello, Montacometa ha sido en extremo cuidadoso en crear su propia mecánica para envíar paquetes, sus embalajes y las condiciones estrictas con las que el proveedor de logística debe entregar el producto para que esos postres lleguen a nuestras manos tal y como los vemos en la web: deliciosos y espectaculares.
“Montacometa convoca. Convoca a la familia, a los amigos. Cuando llegas con un postre a casa, es rara la vez que tengas el privilegio de comértelo tú solo -se ríe Andrea- por eso Montacometa convoca. Une. Otro ingrediente es nuestra autoexigencia por un producto de calidad, en cuanto a sabor, ingredientes pero también visualmente, que sea algo que los represente a ellos y que se sientan orgullosos de comprar una galleta para ellos mismos o de regalar un postre Montacometa para demostrar su cariño. Por eso estamos en el negocio del apapacho. Y el tercer gran ingrediente es que sea una experiencia amigable. Y eso lo hemos querido reflejar en el ecommerce, que la experiencia de compra sea super suave, que no batalles con la web, que puedas percibir la calidez del caramelo”apuntan Andrea y Ana.